«Entonces llega el derrame cerebral: parálisis en el lado derecho /con afasia, solo comprende frases cortas/ dice palabras /inadecuadas».
Tomas Tranströmer escribía este verso de su poema «Bálticos» en 1973. Diecisiete años después, el poeta sufriría un derrame cerebral que paralizaría la parte derecha de su cuerpo y le dejaría sin voz. No sin palabras, que sigue escribiendo desde el lado izquierdo de su cuerpo. Quise decir, de su alma.
Hoy Tranströmer ha ganado el Premio Nobel de Literatura. Y a mi me ha despertado eso de lo que tanto te hablo papi, la empatía.