Bailar para contactar con el propio cuerpo, para conectar con el cuerpo del bebé. Bailar para sentir, bailar para estar. Bailar, bailar, bailar.
Conozco a Tania desde hace unos años. Un día, comiendo en casa de Ernesto y Alba, Tania me habló de este precioso proyecto, “Recién Danzada”, un taller de danza para mujeres y sus bebés. Quería un vídeo y yo quería grabarlo. El violín y la música de Ernesto hizo el resto.
El vídeo se presento en el II Congreso Nacional de Arteterapia, «Mirada interna, realidad externa»