Cuando sobran las imágenes, pesan los motivos. Este ha sido el desenlace de aquella manera tierna que tuvieron las zapatillas de encontrarse.
Las gracias llueven a pares, para Internet, las frases y a Jorge por mojarse y traérmela de vuelta entre su equipaje. Y por supuesto, para todos los que con la pérdida, en algún instante os identificasteis.
hola guapA!! no sabái que tenías blog!! que tal si ahcemos un intercambio de enlaces?? me mola bastante el tuyo, ahora mismo me voy a bolivia, pero en otro rato lo mirare más en profundidad.
Un besazo!
pero bueno, ¿qué te vas a Bolivia? pero Africa no estaba para el otro lado? me tienes desconcertada…y mira que dejar que el metro te tragase y no llamar a una berciana exiliada en la capital para defenderte…Ayyyy