De los cinco años que llevo trabajando en Save the Children, sin duda éstos son los relatos más tristes que he tenido que preparar. Relatos con cadenas, con violencia y sin libertad. Relatos desde Siria.
La que escribe es Nur, tiene 9 años y hace unos meses logró huir de Siria.
No juego. ¿Por qué? Porque ya no soy pequeña. Voy al baño, me ducho y duermo. Eso es todo. En Siria era feliz, solía jugar al fútbol y a otros juegos. Después empezó la violencia y empezaron a hacernos sufrir. No había nada que no usaran para hacernos daño. Primero usaron tanques, después fueron más lejos aún y comenzaron con ataques aéreos, bombardeos, misiles y todas las armas que puedas imaginar.
Nos mataron.
Hoy no queda nada en mi pueblo, y la mayoría de la gente se ha ido. Estaba aterrada. Solíamos escondernos en refugios junto con mis primos, vecinos, tíos y conocidos.
Me gustaba esconderme.
Esconderse es mejor que morir. El campo es mejor que estar en Siria, allí nos disparan mientras que aquí no hay disparos ni bombardeos. Quiero que esto termine y podamos volver, y jugar de nuevo con mis amigos.