Ni todas las nubes fueron blancas
ni todos los ahora fueron luego.
Septiembre fue esta mañana
[entre las ocho o las ocho y cuarto]
y el tiempo se apagaba nublado en mi ventana,
y atrapados algunos recuerdos entre los hierros,
y empañados los cristales con el resto de aquel sueño.
No en todas las nubes te veía reflejado,
No todos los ahora fueron pretéritos [fuimos pasado].
Volvía septiembre recordando los comienzos
de finales de aire que [de no volar] nunca se ardieron,
de ilusiones ahogadas sin malos ni buenos,
de palabras en caja [palabras mudanza] que nunca serán luego.
