El cielo acaba de entrar por la ventana del tren. Mientras el resto de pasajeros flota en una nube roja, yo me dedico a pintarrajear palabras y afectos en un cuaderno sin tapas. En algo menos de cinco minutos, el vagón entero se habrá diluido en un puñado de gotas de vapor y tinta negra.
#instarrelato