Era una tarde con aire la de ayer. Cayeron algunas ramas, volaron algunas broncas y a un niño se le perdieron dos hojas tamaño cuartilla de su cuaderno de tareas.
En una hoja había un dictado y en la otra un ratón dibujado.
Hubo mucha tarde en el aire de ayer. Se perdieron dos dictados tamaño de rama y un ratón de dibujo empezaba una nueva vida sin cuaderno de broncas.
Nunca se sabe hacia donde soplará el aire.