La  muchedumbre amontonada, que muestra su entusiasmo saludando al fotógrafo, fue inmortalizada en Abengourou, al este de Costa de Marfil. Principalmente constituida por niños y por adolescentes, nos recuerda que este país es joven yaque, como para el conjunto del continente africano, el 40 % del población no supera la edad de 15 años. Yann Arthus-Bertrand

Si, hay fotos que te persiguen. No conoces a nadie, pero también están esas que vuelves a buscar una y dos veces. Está rota, restos de celo en las esquinas. Lo pierdes todo en las mudanzas, pero a la foto la persigues.

Hace casi 10 años. Me la traía Laurent –nunca dejaste de llamarle el gabacho- de uno de sus viajes a París. Pero hacía ya tiempo que la seguía la pista, tal vez en uno de esos libros de La Terre vue du Ciel. Cuando me la dio, sabía que la buscaba. Años después estaría pegada en la pared de mi habitación en la calle Tutor. Era navidad, yo no estaba. Un amigo de Laurent se quedó unos días. Cuando volví me había dejado una nota. “Me ha hecho mucha ilusión ver que tienes una foto de mi país en la pared”. Su amigo era de Costa de Marfil.

Hoy la he encontrado en el salón. Sin saber como llegó allí he sabido que tal vez fue entonces cuando empecé algún que otro sueño de sonrisas que no conozco.

Te lo cuento porque hace poco me lo preguntabas. Y se me había olvidado lo de las fotos, las que te persiguen.