Te parecerá una tontería pero sigo echando de menos aquello de “entre dos líneas” que me respondías cuando al llamarte te preguntaba dónde estabas.
Una vez te hice una ranking de las tres mejores escenas en la carretera que había visto en el cine. Pero, no creas, nunca me has dicho cuál gana: si el que se encuentra, el que se pierde o el que nada de nada.
Los que se encuentran.
Los que se pierden.
Los que ni buscan, ni pierden, ni encuentran.
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