– ¿Y tú por aquí?
– No sé, te buscaba. Sabía que no debía ir lejos. Quería escucharte.
– Algo más de 28 años sin vernos. Te imaginarás que algo ha cambiado. Las cosas del tiempo, tal vez ya no suene como aquel primer encuentro.
– Sí, supongo. Pero ahora que ha pasado el invierno, que he escuchado con sueño, que he corrido, caído, sentido, que he ganado el aliento…ahora que no es tarde, te busco sin saber si voy a encontrarte.
– Nunca es tarde cuando el silencio fue eterno.