No tenía idea de que al día de ayer lo consideran el día más triste del año. Blue Monday lo llaman, como si blue tuviera algo que ver con la tristeza. Tal vez no fue casualidad que de camino a casa, justo en frente a los gritos del colegio concertado, perdiese mi atención en una chica que de llorar había pasado de pálida a morada. La situación no era para menos: le estaban multando en el día más triste del año. Tras reparar en sus lágrimas mi atención migró a la cara del multante –o multador, si suena más a personaje- que a punto estaba de arrancarse a llorar con las lágrimas de la multada. A mi la situación me pareció tronchante tal vez porque llevaba todo el día pensando en llorar un rato a medias y aquello ya era la excusa entera.
Llegué a casa y no se me ocurrió mejor opción que preguntarle a Google ¿por qué lloramos? Con letra profunda y a la primera, topé con la Muy Interesante: en palabras de Oren Hasson, un biólogo de la Universidad de Tel Aviv, al nublar la vista “las lágrimas nos dejan indefensos y funcionan como una señal de sumisión. Esto inhibe los comportamientos agresivos y, puesto que el llanto transmite vulnerabilidad, se convierte en una estrategia que puede acercarnos emocionalmente a los otros”. En otras palabras, Hasson sostiene que las lágrimas pueden ayudar a construir y fortalecer relaciones personales. Y si varias personas lloran simultáneamente, los vínculos se refuerzan aún más.
Después de todo el día con el lloro en la cabeza comprendí que no es esta más que otra excusa para arrimarnos y estar un poco más cerca. Pensé también en volver a la pareja de multantes, darles un abrazo, hablarles y de paso contarles que no importan los lloros si llorar no rima con tristeza y volviéndola a ver Artax no se ahoga en la historia interminable.
Pues no sabía yo lo de Blue Monday, pero ayer tuve un día de lo más triste y gris. xoxo
Yo lo supe después pero la verdad es que fue triste con una niebla del tipo nuestra Ponferrada natal. Hasta creí que me volvía la gripe de repente…lo bueno es que un par de días y lo ves todo diferente..
Pues desde luego, el escenario nublado fue que ni pintado para el día triste! Aunque estoy segura de que multante y multada acabaron paseando y cogidos de la mano, to take their blues away!
(¡Os oigo estornudar desde aquí!)
la niebla y la tristeza de aquel lunes no me han hecho olvidarme de esa sabiduría y conocimiento profundo que tu tienes del gran Haile Selassie. No dejo de pensar en hacerme con sus discursos en gallego regeneracionista y leerlos, desde los tejados de Ocaña, junto a su artista 😉
Pide por esa boquita y subiremos al monte sión!
(eso sí, o galego é reintegracionista)
Y no hace falta que cumpla años nadie, que de beber vino en el tejado cual violinistas nos vamos a cansar!
(eso sí, muaak!)